Vamos al teatro en Ottawa

El miércoles pasado mi novia me dijo que si quería ir con ella y una amiga suya al teatro. Yo no encontré nada malo en ello. Ni siquiera el idioma, pues ya he estado en el cine y en el teatro en inglés y no tengo demasiados problemas para entender las cosas. Además, para los estudiantes ponen a la venta entradas “de última hora” que en vez de 60 dólares te cuestan 11 y son los mismos sítios (a ver si se aplican el cuento en España para fomentar que la gente joven vaya). Así que dije que sí, sin plantearme nada más… craso error.

Ya en casa, uno de mis compañeros de casa me preguntó qué íbamos a hacer por la noche y le dije que íbamos al teatro.

Compañero de casa: ¿Qué vais a ver?
Yo: Pues la verdad no lo sé.
Compañero de casa: ¿De quién es la obra?
Yo: Pues tampoco te puedo decir.
Compañero de casa: Vamos, que a tí te han dicho que vas al teatro y punto.
Yo: Sí, básicamente. Bueno, me han preguntado si me apetecía.

Más tarde, haciendo la compra, me dio por preguntar qué cuernos íbamos a ver. Por curiosidad, y porque tras la conversación con mi compañero de piso me sentía un poco tonto, la verdad.

Novia: Happy Days.
Yo: Ah, pues vale.
Novia: Es una comedia.
Yo: Una comedia, bien, veo que sabes cómo ganarme.
Novia: Es de un autor irlandés muy famoso, y ésta es la última obra que escribió antes de morir. Beckett.
Yo: ¡Ah! guay irlan… ¿Beckett?
Novia: ¿Lo conoces?
Yo: Puede… ¿Beckett el Beckett de Esperando a Godot?
Novia: Sí, ese.
Yo: Mal rollo.

Si, he escrito una comedia. Es muy graciosa, te partes.
Si, he escrito una comedia. Es muy graciosa, te partes.

Y voy a repetir la explicación que le di a mi novia. Yo leí Esperando a Godot en el bachillerato, y puedo decir que soy uno de los pocos alumnos a los que les gustó la obra. No la considero genial, pero sí tiene sus puntos. El problema es que parte de su gracia reside en los diálogos inconexos, que hacen que tengas que leerla despacio y repasando para poder descifrar qué está pasando realmente (que viene a ser nada, pero bueno, eso es otra historia). Así que mi temor era encontrarme con algo parecido, pero en teatro (con lo que no puedo ir a mi ritmo y releer lo que no me queda claro) y en inglés (con lo que previsiblemente se me haga un poco más difícil). Entonces mi novia intentó tranquilizarme repitiéndome que era una comedia y contándome que sólo hay dos personajes en todo la obra. He dicho que lo intentó.

Así que por la noche fuimos al Centro Nacional de Arte, donde aparte del teatro en el que se pondría a prueba mi valor frente a Beckett también había un concierto de la Orquesta Nacional y el debate electoral en inglés (y la semana que viene en francés. O al revés, lo mismo me da) entre los líderes de los partidos mayoritarios. Ya en el teatro nos encontramos con nuestra otra amiga, que a su vez conocía a una de las chicas que trabajan allí.

Acomodadora: ¿Qué vais a ver?
Amiga: Happy days.
Acomodadora: Ah.
Amiga: ¿Tú la has visto?
Acomodadora: La mitad, pero hoy trabajo en el teatro así que la veré otra vez.
Novia: ¿Y te gustó?
Acomodadora: (Largo silencio) Es que no quiero decir nada para que no la veáis influenciados por mi opinión.
Yo: Eso significa que no…
Novia y Amiga: Jajajajaj

Gracias a esto mi acojone iba en aumento, pero no iba a dejar que me pudiese el miedo. Siempre podría tomármelo como una clase avanzada de inglés o algo así. Nos metimos al teatro, en unos asientos estupendísimos (buena distancia, totalmente centrados) y esperamos a que se abriese el telón. Y se abrió. Y no me gustó lo que vi.

Y así durante más de hora y media.
Y así durante más de hora y media.

En un decorado que parecía un desierto rocoso había una señora en mitad de la nada. Para ser exactos, había media señora, porque estaba incrustada en la tierra. A su lado había un bolso y un paraguas, y eso era todo. La señora estaba durmiendo y, tras oírse una campana, se levantó (se incorporó, porque en realidad seguí metida de cintura para abajo en el hoyo) y empezó a hablar.

Yo estaba superconcienciado para prestar atención, concentrarme y enterarme de todo. Y al principio no tuve problema, pero poco a poco me fui dando cuenta de que entendía un 96% de las palabras pero era incapaz de saber qué leches estaba pasando. Ni siquiera la aparición del segundo personaje, que estaba siempre de espaldas al público, me ayudó a descifrar de qué iba la obra… la comedia.

Pero tampoco me sentía muy mal. No es de esas comedias en las que todo el mundo se ríe y tú, que no estás entendiendo absolutamente nada, miras a los demás con esa media sonrisa en la cara de “jo, yo también quiero reírme”. Aquí no se reía ni Peter. Miento, se reía gente, pero aisladamente. Es decir, nadie en el público movía un pelo, y de repente una persona única e individual encontraba gracioso un comentario o gesto y se reía. Pero ella sola. Y ni siquiera era la misma persona la que se reía todas las veces, sino que cada vez era una persona distinta la que encontraba algo sumamente gracioso mientras los demás seguíamos sin entender nada. De hecho yo llegué a pensar que todos los guiris habíamos decidido ir ese día al teatro y por eso nadie entendía los chistes salvo personas aisladas.

Homer viendo la obra
Eh… uh.. ¿ja-ja-ja?

Pero felizmente llegó el momento en que se cerró el telón. Sí, vale, sólo un descanso de unos minutillos, pero con la posibilidad de moverte, andar, romperte el cuello y tener que ir al hospital… vamos, distracciones. Entonces mis acompañantes, ansiosas, me preguntaron:

Novia: ¿Lo vas entendiendo?
Yo: A ver, entiendo las palabras, pero es todo muy inconexo y no tengo forma de seguirlo.
Amiga2: No, si yo tampoco, no te preocupes.
Yo: ¿Por qué es todo tan raro?
Novia: No sé, creo que el autor quiere que pienses en ti mismo, la vida…
Amiga2: Si yo pensar estoy pensando un montón, pero en otras cosas.
Novia: Podemos irnos y no volver… No, quiero darle una oportunidad. Es decir, quiero ver si en el segundo acto te explican porqué está metida en un hoyo, de qué está hablando…
Yo: Apuesto a que no. Es más, apuesto a que va a ser básicamente igual y paralelo al primer acto.
Amiga2: ¿Creeis que al final sale del hoyo?
Yo: No creo.

Y empezó el segundo acto. Para empezar, hubo MUCHA gente que no volvió a entrar después del descanso. Para continuar, el único cambio importante en lo que respecta a la obra es que la señora estaba metida en el hoyo hasta el cuello, con lo que ya ni siquiera tenía brazos o movilidad alguna para ir sacando objetos del bolso. Y ni rastro del segundo personaje. Es decir, era una cabeza hablando sin parar de forma inconexa.

Que va en serio, que la obra es así.
Que va en serio, que la obra es así.

Y yo seguí intentándolo, superconcentrado, escuchando atentamente cada palabra aunque luego no hubiese forma de juntarlas de forma lógica. Me sentía como en el Scrabble cuando tienes muchas consonantes: sabes que tienes muchas letras, pero no puedes ponerlas juntas para que signifiquen algo. Así que al poco rato me descubrí a mí mismo pensando en escribir sobre semejante experiencia en este blog, y de hecho gran parte de lo que leeis lo pensé allí mismo. Eso y que me apetecía helado.

Häagen Dasz Dulce de Leche
Un momento de inspiración bien aprovechado.

¿Mi conclusión de todo esto? El helado de dulce de leche de Häagen Dasz está muy bueno. Beckett era un tío raro. El teatro en lengua extranjera, mejor del clásico con introducción, nudo y desenlace.

Nota: obviamente todos los diálogos se produjeron en inglés. Y sirvan de prueba de cómo escribir diálogos con varios personajes en varios escenarios resulta más entretenido… ¡toma esa Beckett!


Comentarios

5 respuestas a «Vamos al teatro en Ottawa»

  1. Los mapaches van muy bien para hacer gorros de piel de mapache, que son unos gorros como los gorros rusos, pero con un rabo gordo y a rayas, parecido al gato loco del País de las Maravillas.

  2. porqué no hablas de los pobres mapaches??? es que ya nadie piensa en los pobres mapaches? ;P

  3. Andrés!!!!!!!!!!! Anda que cada vez que leo tu blog me parto enterito tio!
    No podrás decir que no te pasan cosas por el Canada eh!!!!
    La proxima vez no te fíes tanto de tus supuestas amistades y elige tu la obra mamón!!!!!!!

    Un Abrazo pa ti y pa manza!!!!!

  4. Divertido blog…. a ver si hay suerte y vas de viaje por ahí….. un saludo

  5. Uhm, rico Helado de dulce de leche….

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *