Hay mucha gente que cuando descubre la tendencia de mi cacho-carne a reaccionar de manera exageradamente huidiza ante la presencia de una araña, se lo toma como una tontería, se ríe e incluso intenta ridiculizar una persona por lo demás tan valiente. Así que he decidido recopilar algunos datos de la Wikipedia para que antes de reíros del especial respeto que mi cacho-carne tiene a los arácnidos os lo penséis dos veces.
Punto uno y muy importante: las arañas son depredadoras. Es decir, que no se esperan a que les pongan la comida en la mesa, sino que se alimentan de otros seres vivos a los que cazan de forma activa. Alguno estará diciendo “no, pero son muy pequeñas y sólo cazan bichillos”… pero eso es del todo falso: es cierto que las arañas más pequeñas se te esconden en cualquier parte, pero las arañas más grandes son perfectamente capaces de cazar (y comerse) un pájaro.
Siguiendo con lo que es la vida de las arañas, normalmente pensamos que viven y actúan solas… pero nos equivocamos. Algunas especies tejen sus telas de forma conjunta, viven en comunidades de hasta 50.000 habitantes (medio Torrevieja, sin contar guiris) y muestran comportamiento social, que no es precisamente jugar al tute sino más bien planificar cómo cazar para todo el grupo.
Dentro del tema de comportamientos sociales hay otro dato que nos dice mucho sobre lo poco amigables que son las arañas: las hembras de la familia de las viudas negras devoran a los machos durante el apareamiento… ni siquiera le dejan a uno terminar. Y la cabronería arácnida no acaba ahí: las arañas Argyrodes son cleptoparásitas, que significa que roban a otras arañas sus presas (lo que un español llamaría picaresca). Centrándonos en lo que afecta directamente a los humanos (que no va a venir ninguna araña a robarte el choped), resulta que algunas especies presentan comportamientos basados en el mimetismo, haciéndose pasar por avispas o incluso por inofensivas hormigas. ¡Si es que no te puedes fiar!
Pero vamos con el tema más peliagudo: todas las arañas, salvo las de la familia Uloboridae, son venenosas. Este veneno cumple dos propósitos: primero, la inmovilización de la presa, que no es algo que de buen rollo precisamente; segundo, y bastante más tenso, hacer la digestión externa de la presa para que la araña absorba la papilla resultante. En resumen: la araña te muerde para paralizarte y que empieces a deshacerte para luego sorberte como si fueses un batido energético.
Además, el veneno de algunas especies puede producir intoxicaciones sistémicas severas e incluso necrosis (muerte del tejido). La palabra necrosis ya no es un chiste, ¿eh?. Y menos gracia os va a hacer cuando os diga que los primates en general (incluídos los humanos) son especialmente susceptibles al veneno de las arañas más venenosas del mundo, las nada menos que 35 especies de los géneros Atrax y Hadronyche. Ahora si queréis id a Australia a caminar descalzos, que es donde viven estas arañas, para demostrar que sois mucho más valientes que mi cacho-carne.
Por si el tema del veneno fuese poco, algunas arañas migalomorfas (como las tarántulas americanas) tienen el cuerpo lleno de pelos urticantes para dar por saco cuando las tocas, lo que (y cito textualmente) puede dañar severamente áreas delicadas como los ojos. Es decir, ni siquiera tienen que morderte a propósito, basta con que estén por ahí cerca para jorobarte el día.
Creo que después de estos datos, convenientemente manipulados pero sin faltar a la verdad para hacer parecer a las arañas aún peores de lo que ya son, podéis seguir menospreciando su maldad o respetar un poco más a los aracnofóbicos. Recordad que la aracnofobia no es sino una forma exagerada del valiosísimo instinto de supervivencia que ha ayudado a los seres humanos a sobrevivir durante miles de años. Y no lo dice mi cacho-carne (bueno, a partir de ahora sí), sino el artículo de la Wikipedia sobre las arañas en inglés.
Sólo para valientes
¿Aún vas a dar por saco a mi cacho-carne cuando se quede tieso delante de una arañita? Pues la próxima vez que te rasques la oreja piensa que lo mismo tienes una araña viviendo dentro del oído, que hace la temperatura adecuada y se está a gusto. Ha pasado en el Reino Unido, en Grecia y en Estados Unidos. Y seguro que ha pasado más veces, pero la prensa lo ha ocultado en un complot organizado por la UEFA, Unicef, comunistas, terroristas y perros-flauta para no perjudicar la imagen de las arañas.
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