A estas alturas de la existencia quiero pensar que todo el mundo ha visto El Día de la Marmota, la mítica peli en la que Bill Murray se queda atrapado en el tiempo condenado a repetir el mismo día de su vida una y otra y otra y otra vez. Peliculón.
Pero si la peli es graciosa con lo que de verdad te ríes es con la realidad, porque el día de la marmota es completamente real y es algo a lo que todo Norteamérica presta atención. Tal como suena: en pleno 2015 la vida se para para ver a una marmota predecir el tiempo. Porque para esta gente los meteorólogos de carrera no son de fiar, pero una marmota de Pensilvania sí. Estamos hablando de la misma gente capaz de mandar a Marte un robot equipado con su propio laboratorio para analizar la superficie del planeta y mandarnos los resultados de sus experimentos. Tela.
El Día de la Marmota se celebra desde 1887 en el pueblecillo de Punxsutawney. Cada dos de febrero la marmota Phil sale de su escondrijo y entonces pueden pasar dos cosas: que vea su propia sobra o que no vea su propia sombra. Si Phil ve su propia sombra significa que aún quedan seis semanas de invierno (un invierno largo); y si Phil no ve su sombra es que la primavera está al caer.
Lo primero que salta a la vista es que el sistema se puede simplificar bastante: para que Phil vea su sombra hace falta sol, así que básicamente esto es como deducir que aún quedan seis semanas de invierno mirando por la ventana a ver si está despejado. Pero es que hay truco, porque ¿cómo sabes si Phil ha visto o no su sombra? Pues porque Phil se lo cuenta al presidente del Inner Circle, un club de Punxsutawney que se encarga de cuidar a Phil y organizar el evento. Para ser exactos, se lo cuenta en marmoto y el presidente del Inner Circle lo traduce al inglés mirando las sugerencias del canal del tiempo.
Vale, se puede discutir que esto es una racionalización de lo inexplicable, que sólo estoy consruyendo argumentos porque soy incapaz de aceptar que hay cosas en esta vida que escapan a la lógica. Que lo mismo Phil de verdad es especial y tiene la capacidad de predecir el tiempo y contárselo a un señor vestido de pingüino con chistera.
Pero es que la esperanza de vida de una marmota es de unos seis años y Phil se llama Phil desde 1952. Y además parece que los superpoderes de Phil son bastante comunes entre las marmotas de por aquí: Willie en Wiarton (Ontario), Sam en Shubenacadie (Nueva Escocia), Chuck en Staten Island (Nueva York), el General Beauregard Lee en Lilburn (Georgia) y hasta treinta y tres roedores han dado su opinión sobre el tiempo este año, según la lista de la Wikipedia. Según unos la primavera llegará pronto. Según otros el invierno va a ser largo. Y menos mal que sólo hay dos opciones y sólo les preguntan una vez al año, que si no iba a parecer que lo dicen al tun tún como cuando los políticos hablan del cambio climático.
Y lo más gracioso de todo es que no hay telediario, periódico, radio o amiguete que no hable de las predicciones de Phil cada año. Como decía la otra noche un amigo hablando del Día de la Marmota, esto es un pueblo.
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