La paella de los domingos, ahora también en Canadá

Una de esas tradiciones españolas no escritas es ir los domingos a casa de tu madre a comer paella. Reconozco que en la familia de mi cacho-carne no ha sido una tradición semanal estricta, pero sí hubo una época cuando éramos pequeños en que la paella era el plato oficial a cocinar en el jardín de los abuelos cuando en verano se reunía toda la familia para celebrar su particular Navidad estival (el abuelo y todos sus nietos cumplían años en verano, y se celebraban todos juntos).

En los últimos años, cuando mi cacho-carne ya vivía por su cuenta (o a cuenta de su novia, considerando la situación actual) la paella era una de los motivos principales para volver al nido, porque en la «latilla de sardinas» de la calle Carnicer no contábamos con las herramientas o el conocimiento para igualar la paella hecha por una madre. Lo intentamos una vez, y el resultado fue bochornoso y sólo nos salvó que la hicimos para unas visitas de Canadá que nunca habían probado una paella y les pareció divina (yo habría apostado porque no volverían a probarla…), hasta el punto de comerse las sobras al día siguiente mientras nosotros, elegantemente, nos contentábamos con unos macarrones con chorizo. La siguiente vez que tuvimos visitas y tuvimos que cumplir con la paella llamamos de urgencia a los padres de mi cacho-carne, quienes acabaron cambiando sus planes y dándolo todo para satisfacer a nuestros invitados.

Ahora vivimos demasiado lejos del nido como para dejarnos caer cada vez que se nos antoja una paella. El problema es que en Canadá la paella (aunque la RAE admite paellera, originalmente la sartén específica se llama también paella) no es una cosa común, y cuando la encuentras te pretenden cobrar un ojo de la cara por más que tú les expliques que en el súper del barrio la regalan al comprar dos kilos de arroz. Por eso los padres de la novia de mi cacho-carne se llevaron una de contrabando en la maleta.

paella-en-toronto
el truco está en buscar enseres de cocina española en tiendas mayoristas del barrio chino.

Pero Canadá es un país de contrastes, y al final puedes encontrar casi todo si sabes buscar. Y por si no os habéis dado cuenta todavía, el mejor sitio para buscar son las tiendas de chinos, que en Canadá también existen pero sólo en la versión mayorista que tiene de todo súper barato. Y cuando digo «de todo» quiero decir que en la misma tienda hay desde escobillas para el váter hasta monedas chinas para coleccionistas. Así es como hemos conseguido hacernos con esta estupenda paella made in Spain, del tamaño perfecto para el fogón de la cocina (dato importante, para que el arroz se haga bien) y del tamaño perfecto para que coman dos personas y un calcetín (las visitas tendrán que traerse su cena) por sólo $10. La tienda tienda se llama Tap Phong y merece un artículo aparte, que haré cuando reúna valor para ir haciendo fotos a un calcetín ahí dentro.

Ahora nos queda lo más difícil, que es encontrar una receta que nos guste (por aquí todo el mundo piensa en paella con chorizo, concepto que aunque no lo he probado me desagrada profundamente -sobre todo con la pena de chorizos que tienen aquí y el precio al que los cobran) y conseguir que nos salga bien. Seguro que echamos de menos el azafrán de Castilla, los mejillones de Galicia, la gamba blanca de la bahía (como si quedase alguna…), las verduritas de La Albufera o el agua del grifo de Alicante (científicamente probada como clave de un buen arroz), pero creo que sabremos apañárnoslas. Al menos prometo que no dejaremos de intentarlo, y quien sabe, lo mismo acaba siendo una tradición familiar dominguera.


Comentarios

3 respuestas a «La paella de los domingos, ahora también en Canadá»

  1. Avatar de Lourdes Bel

    Hola simpáticos ya que no os conozco pero me encanta el blog
    Llevo aquí 4 días y buscando por la web como hacer una paella en Toronto os encontré o te encontré
    Es mi primera visita a Toronto , tengo una amiga canadiense que vivió en barcelona 7 años y he decidido venir a verla . Tengo el compromiso de hacer la paella y ayer fuimos a comprar el pescado .acabamos en una tienda de portugueses comprando y a ver qué tal porque las sepia es congelada y las gambas tambien así que tendré que hacer milagros
    Y de paella para cocinar nada de nada sartenes y a correr.
    Ayer quería preguntar donde compras el
    Marisco yo traje de barcelona el arroz bomba y avecren de pescado por si no encontraba el famoso FUMET
    Bueno ya contaré qué tal ha salido el arroz

    1. ¡Hola, Lourdes!

      Si todavía no has hecho la paella, tras unos años probando lo que más nos convence es: -mejillones (los canadienses son muy buenos, frescos y baratillos) -vieiras (lo mismo) -un caldo de pescado que hemos encontrado que está guay para la paella (seafood stock de Bar Harbor), o el «clam juice». También vale el agua de los mejillones.

      Las gambas de por aquí casi todas son bastante sosas, pero si las cambias por bogavante (incluso congelado) sale una cosa muy rica.

      Y paellas ahora hay en todas las tiendas de cocina 🙂

  2. Avatar de Pah-put-xee

    Supongo que es difícil hacer allí una buena paella, sobre todo por conseguir los ingredientes adecuados porque hacer un buen «fume» con pescados descabezados es complicado. Pero si quieres llamar la atención haz un arroz negro (¡uy, perdón, que plato tan politicamente incorrecto!)
    Yo hice una vez una paella en Vermont y se comieron hasta el «socarrat», que es como le decimos a los guiris que se denomina la parte del guiso que se nos ha quemado involuntariamente.

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