Verduras en la nieve

Como os he contado otras veces, el frío ha llevado a los canadienses a sacarse de la manga comidas repletas de grasa y carbohidratos que, además de estar buenísimas, aseguran la supervivencia de la especie en este clima inhóspito. Y no se trata sólo de una excusa para ponerse hasta las cejas, es que cuando pasas un día a -20ºC el cuerpo te pide con qué abrigarse por dentro, igual que los osos se ceban a salmones cuando el winter is coming.

Pero no se trata sólo de lo que nos apetece comer, sino que hay una problemática intrínseca al frío: qué nos da la naturaleza para comer. Por si no lo habéis pensado, con este clima es prácticamente imposible cultivar nada durante la mitad del año. Pese a todos los avances científico-tecnológicos y genéticos, es más fácil hacer sobrevivir a una vaca que a una lechuga. Así que es normal que se coman cosas contundentes: es lo que hay, es lo que apetece, está bueno y tienes la excusa del frío polar.

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Un día estás viendo a los Toronto Raptors y otro comiendo acelga. La vida es como una caja de bombones, pero entre bombón y bombón te cuelan cada cosa…

Lo malo es que, por aquello de que no se te colapsen las arterias, hay que buscarse la forma de comer algo verde. Por un lado está la opción de la importación, gracias a la cual tengo encima de la mesa plátanos de Colombia, naranjas de florida y un aguacate de vaya usted a saber dónde. El problema de la importación es que es cara (se ve que la fruta viaja en business class) y la fruta suele venir sin madurar (porque si la cogen madura para cuando te llega a casa es compost). Por otro lado está la fruta de invernadero, también cara (mantener el invernadero calentito requiere un pastizal) y además por lo general tirando a sosa y con demasiada química de por medio para ayudar a las plantas a sobrevivir. Por último están las conservas, pero al final se acaba echando de menos la frescura.

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Todo fresco, orgánico y a la puerta de casa. No se puede pedir más.

Como veis no hay una solución perfecta, pero nosotros hemos encontrado una que nos funciona la mar de bien: Front Door Organics. Esta gente nos manda una vez cada dos semanas (o con la frecuencia que les pidas) la caja que veis en las fotos llenita de fruta y verdura orgánica, con lo que nos quitamos los problemas de la química y las cosas suelen estar bastante buenas (dentro de lo buena que puede estar una acelga o una coliflor, se entiende). Además intentan traerte cosas de la región, aunque obviamente no siempre es posible y yo apostaría a que los kiwis no son de por aquí.

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Lo mejor de esta caja: los kiwis diminutos.

A nosotros nos cuesta $37 cada caja, que no está nada mal teniendo en cuenta que son productos orgánicos para dos semanas enteras. Ésta es la versión más barata, que significa que nosotros no elegimos lo que nos traen sino que hacen ellos la selección según lo que tengan. Si quieres puedes elegir qué quieres que haya en la caja, pero entonces te sale más caro y a nosotros, aparte de por el ahorro, nos gusta la opción sorpresa porque así no tenemos que pensar nosotros qué queremos comprar y nos obligamos a probar cosas nuevas cada vez. Y lo tienen todo pensado: como meten en la caja cosas que lo mismo ni conoces (que levante la mano quien haya comprado alguna vez bok-choi o el colinabo) en la caja incluyen una lista de todo lo que te han mandado y una newsletter donde meten recetas para usar esas verduras. Desde luego a mí me tienen ganado para la causa.

Sí, somos unos hippies de ciudad del siglo XXI.


Comentarios

9 respuestas a «Verduras en la nieve»

  1. @David: gracias, gracias. Tampoco es que haya que ser Supermán para meterse en una cosa de estas 😉 Ten en cuenta que al final es un poco egoísta: si no fuese bueno, barato y cómodo, le daban por saco, jajaja. Lo del grupo de consumo tiene buena pinta, pena no haberlo sabido antes (aunque lo de tener que ir a buscar las cosas es un bajón…)

  2. Muy bien Andrés! No solo por comer fruta, que por eso no habría no que felicitar! 🙂 Aquí, Marta participa en un grupo de consumo, que es como lo tuyo, pero autogestionado. Ellos se encargan de contactar con los agricultures y demás productores y también lo distribuyen. Pero claro, no lo mandan a casa, sino que tiene que ir uno solito a recogerlo!

    Un abrazo muy fuerte!

  3. Lo siento pero los captcha (así se escribe, pronunciarse no lo tengo claro…) son obligatorios. Era eso o una imagen extraña de la que descrifrar palabras sin sentido… esto es más sencillo.

  4. Avatar de Pah-put xee

    ¡Tramposo, asume tus responsabilidades!

    P.S. Como sigas poniéndome difíciles problemas matemáticos en los códigos chapka (a como se diga) para poder enviar mis comentarios voy a dejar de escribirte.

  5. Por que yo puedo editar mi comentario y arreglarlo y tú no 🙂

  6. Avatar de Pah-put-xee

    No sé, no sé. Te metes conmigo por los «bipepos» pero te marcas unos «chulotones» que destilan colesterol sólo con leerlo. Y la carne siempre puede tener «verde» (moho) si no está bien conservada. El bípedo se volvió omnivoro cuando no le llegaba para comprar marisco y cordero. Arrimas demasiado el ascua a tu sardina..¡ah, no, que es pescado azul y no se debe abusar!

  7. @ktd(mpc): Ya sé que en España existen servicios similares. De hecho hay uno que te trae el pescado y marisco directo desde Galicia, que más vale que sea un servicio rápido porque si no el camión debe oler como para conducirlo 6 horas. Lo que me sorprende de éste es la relación calidad-precio comparado con lo que encuentras en el mercado/supermercado, teniendo en cuenta que ellos también tienen que hacer su negocio pese al frío.

    @Pah-put-xee: El bípepo (animal de dos pepos) es omnívoro, lo que le permite comer de todo, como los cerdos (y especialmente cerdo, cosa que los cerdos no hacen por no ser caníbales). Las vitaminas y minerales que necesitamos no se pueden sacar a partir de chuletones, ergo hace falta comer verde. Los chuletones son buenos si lo que necesitas es doparte 😉

  8. Avatar de Pah-put xee

    Una vez más me veo obligado a recordarte que la ingesta desmedida de cosas verdes por parte del ser humano puede desequilibrar la pirámide ecológica y eso sería fatal para el planeta azul. El bípepo se sitúa en lo alto y debe alimentarse del escalón inmediatamente inferior (carnes rumiantes) y éstos a su vez deben ingerir la verduras y hortalizas. ¡Cómo se nota que no viste a Rodríguez de la Fuente! ¡Acaso se ha visto alguna vez a un león comiendo menestra!

  9. Hombre, aquí en España también hay de eso. Que no es que un servidor sea lo que se dice un cliente potencial, pero concretamente a la chica que trabaja en la mesa de enfrente de mí también se lo mandan por unos veintipico euros, más o menos. Ah, y producto ecológico español, que no me lo vas a comparar.

    P.D.: Luego de vez en cuando se oyen comentarios del tipo «Es la tercera semana que me traen coliflor este mes y ya no se que hacer con ella, que no me gusta ni verla»… no todo van a ser ventajas.

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