Café nº2: ni tanto ni tan calvo…

Como el primer díael café me salió muy pero que muy flojo, decido en buena lógica matemática poner menos agua y más café. La idea en sí, como concepto, es buena, pero algo falla fuera de la ecuación: la mitad del agua no sube (imagino que todo el mundo aquí sabe cómo funciona una cafetera), y como me tengo que ir al trabajo no puedo esperar más a que el proceso se termine de forma natural por evaporación u ósmosis. Así que pongo el chupito de café, que está fuerte como Hi-Man y amargo para llorar, relleno la taza de leche…. condensada. No hay nada que la leche condensada no pueda endulzar.Efectos secundarios:
Ningún efecto secundario por el café (doy gracias por el descafeinado). Posible inicio de diabetes por la cantidad ingente de leche condensada. Subidón de azúcar.

Si no fuese descafeinado, éste habría sido el efecto del chupito reconcentrado…

Comentarios

4 respuestas a «Café nº2: ni tanto ni tan calvo…»

  1. @Isa: es una gráfica sencillamente genial.

  2. Tengo esa gráfica guardada en una carpeta junto con otras que no pudieron ver la luz en su día, pero me han gustado y las recopilo «por si las moscas»… jejeje, me quedo más tranquila, ya la has usado tú!

  3. @KTD: los experimentos con gaseosa xD

  4. Yo tengo un amigo que conoce a un tío cuyo vecino una vez se encontró con alguien que siguiendo una lógica similar se tomó una dosis doble de cierto producto que en un principio no había producido el resultado esperado… y el resultado fue que esa persona se pasó tres días sufriendo ciertos efectos que en condiciones normales duran una hora, o un par como mucho.
    Conclusión: cuidado con los experimentos, sobre todo si la cobaya eres tú (o esa tercera persona a quien por supuesto ni siquiera conozco).

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