Gambas para guiris

Hace ya unos meses os expliqué cómo dar de comer a un guiri en España sin meterse en un problema, y os conté que para los guiris sentarse a una mesa y que les digan que la comida consiste en chupar las cabezas de las gambas es un verdadero shock. Al principio todos piensan que estás de broma, y luego algunos se dejan convencer (lleva un rato) y otros se irán a la tumba sin haber chupado una sola cabeza de gamba. Pues bien, la semana pasada descubrí que el problema no es tanto el hecho en sí de chupar una cabeza de una gama, sino estar en el ambiente adecuado.

Eso que véis arriba es una gamba cruda. No poco hecha, no: cruda como Dios la trajo al mundo. Es lo que nos encontramos encima de la mesa después de pedir «shrimp sashimi» en un restaurante japonés. Reconozcamos que fuimos bastante gilis, ya que hasta la Wikipedia sabe que el sashimi es un plato japonés que consiste principalmente en mariscos o pescado crudos, cortados finamente, aunque no tanto como un carpaccio. Pero por alguna razón y sin que nadie lo dijese en voz alta todos asumimos que no nos iban a poner una gamba cruda en el plato.

El caso es que ahí estaban las gambas, mirándonos con ojos bastante llenos de vida (si comes pescado crudo más vale que sea fresco), y ahí estábamos nosotros, incluídos tres canadienses que, aunque recelosos, no tuvieron ningún problema en comerse la gamba cruda. Y me alegro porque, sinceramente, no es que yo me muriese de ganas de repetir (aunque venían con un wasabi increíble); pero a la vez me hizo sentir rechazo hacia nuestra gastronomía… que chuparemos las cabezas de las gambas, ¡pero al menos las cocinamos primero!

Así que ahora lo sabéis: si queréis que un guiri pruebe algo «raro» (cabezas de gambas, pulpo, oreja de cerdo, entresijos, criadillas…) decidle que es un plato típico asiático, y ya luego le explicáis que eso es lo que comen en el pueblo de tu abuela los domingos. Para los curiosos, la gamba en sí sabe exactamente igual que una vez cocida, pero la carne está viscosa y fría. Y sí, yo chupé la cabeza, como está mandado.