Rango: una película que te dará sed

Hace mucho que no escribo ninguna crítica de cine. Lo cierto es que he estado un poco ocupado los últimos meses y tampoco he visto nada que mereciese la pena un artículo (miento, le debo una colleja a Tarantino), pero creo que merece la pena recuperar la sección. Así que al turrón, hablemos de Rango.

Ya sabéis que tengo una debilidad por Johnny Depp, y últimamente está creciendo en mi una debilidad por los camaleones que no puede traer nada bueno. Así que una peli de animación en la que el personaje principal es un sheriff-camaleón interpretado por Johnny Depp me resulta más que atractiva, sobre todo viendo en el trailer que la animación en sí es realmente buena, que se han dejado la pasta.

Pero a veces hay que leerse la letra pequeña, que en una película vienen a ser los títulos de crédito. Rango está escrita, dirigida y producida por Gore Verbinski, el tío responsable de toda la saga de Piratas del Caribe. ¿Os acordáis de que en la primera de las pelis Johnny Depp se sacó de la manga un personaje tan genial como Jack Sparrow? Pues aquí igual, Rango es verdaderamente especial y tiene gracia. ¿Os acordáis de que en las otras pelis el personaje de Johnny Depp se vuelve un poco cansino y acaba metido en una especie de paranoia cerebral difícilmente comprensible? Pues eso.

Además, la peli tiene un efecto secundario de lo más curioso: da sed. La parte central de la trama (de la parte comprensible de la trama, quiero decir) es que el pueblo al que llega Rango está en mitad del desierto y la economía se basa en el agua y no en el dinero, y resulta que se les acaban las reservas de agua. Por alguna razón la historia te va taladrando el cerebro y según avanza la peli te van entrando más y más ganas de beberte un vasito de agua fresquita.

En resumen, y aunque se vayan a reír porque siguen siendo dibujos animados y algún buen chiste hay, no creo que sea una peli para niños. Sobre todo porque les va a hacer beber un montón y vas a tener que llevarles al baño cada dos por tres. Mi consejo es que para ver y disfrutar Rango te pongas al lado una jarra de agua bien grande y te fumes lo mismo que Verbinski y su equipo mientras la rodaban.

PS: y además en toda la peli no dicen ni una vez la palabra “camaleón” y dicen que Rango es un lagarto. Me ha sacado de quicio.


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