El día 5 de enero de 2012 me subiré al bolsillo de mi cacho carne para irnos a vivir a Canadá. Es la cuarta vez que nos vamos de casa de sus padres, la tercera vez que es al extranjero y también la tercera vez que es para vivir con su novia (siempre con la misma, pero cambiando de país). Y todo en sólo cuatro años, desde que el Karma nos regaló un Erasmus en Holanda que, a la vista está, hemos sabido aprovechar. Sin embargo esta vez es diferente, porque hemos hecho los deberes y sólo nos queda esperar que la lenta rueda de la burocracia gire lo suficiente para que mi cacho-carne tenga permiso de residencia y trabajo en Canadá. Por primera vez desde que nos conocimos estaremos viviendo en un país donde ninguno de los tres tiene fecha de salida, que ya cansa.
Por eso mis propósitos para el 2012 son sencillos: saber aguantar pacientemente hasta que termine el papeleo, no perder todo el tiempo de vacaciones obligadas sino aprovechar para aprender cosas y conocer gente, seguir estudiando francés hasta dominarlo y ser el primer calcetín trilingüe de la historia, cocinar muchos panes (y bollos preñaos), encontrar un buen trabajo en cuanto sea posible y cuidar cada día de la novia de mi cacho-carne.
Por supuesto, también tengo una buena carta para los Reyes Magos, ya que me despertaré en mi nueva vida el mismo 6 de enero. Nada material, que suficiente lucha titánica nos espera para conseguir un hueco en el nuevo apartamento para la ropa y nuestros enseres (algunos de los cuales van de contrabando para que nuestra compañera de piso no los prohíba…), pero sí algunas cosas que tienen un valor incalculable:
- Un vuelo sin retrasos ni incidencias: que no me roben la maleta con toda mi vida dentro, que no salga el típico agente de aduanas que amenaza con no dejarme entrar al país, etc.
- Que la burocracia sea lo más rápida posible y no tengamos que vivir mucho tiempo con el stress de estar esperando.
- Que, cuando la burocracia cumpla, los planetas se alineen para ofrecerme un buen trabajo.
- Que el euro sea más fuerte que el dólar canadiense mientras tenga que vivir de mis ahorros. Y ya puestos que el euro aguante, que si no viajar por Europa es un peñazo.
- Salud. No por nada, sino por ahorrarme el papeleo de los seguros médicos y demás.
- Por supuesto, y aunque yo me vaya, que España salga a flote para que mi familia y amigos tengan la vida un poco más fácil que en los últimos años.
- Que podamos empezar pronto a organizar visitas de guiris ibéricos a la CN-Tower.
- Y que no se acabe el mundo este año, que después de haber llegado hasta aquí me jodería bastante no poder disfrutarlo.
No creo que sea mucho pedir, simplemente un poquito de suerte. Los Reyes y el Karma saben que hemos sido francamente buenos, así que espero que sepan recompensar todo lo que hemos trabajado para plantarnos donde estamos y los huevos que hay que echarle para vivir esta aventura.
Como tributo y muestra de buena voluntad, ya habréis notado que le hemos lavado la cara al blog. Esperamos que os guste.
Feliz 2012 a todos 🙂
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