Gracias a un buen amigo esta semana me he encontrado cara a cara con una de las mejores noticias de la década: EE.UU. se prepara para el “apocalipsis zombi”. Al parecer el Gobierno ha empezado a rastrear posibles casos de la epidemia que acabará con la sociedad humana tal y como la conocemos, sobreviviendo sólo aquellos que vivimos en zonas frías como Canadá (a ver si os habéis creído que me voy allí por amor).
Pero lo más interesante es que, por aquello de no alarmar a la población innecesariamente, parece que ya han tenido tiempo para elaborar un ranking con los mejores Estados de la unión para sobrevivir en caso de holocausto Z, y si en Nueva York el huracán Irene ha pasado sin pena ni gloria resulta que los zombis iban a traer mucha pena (para los neoyorquinos) y mucha gloria (para los zombis encargados de escribir los libros de historia).
Mientras en España seguimos preocupándonos por las vacas locas, la gripe del pollo y la peste porcina. ¿Quién demonios presta atención y recursos a tan absurdas amenazas cuando el apocalipsis de los no muertos está al llegar? ¿Qué narices van a hacer una vaca desequilibrada, un pollo con fiebre y un cerdo maloliente contra las hordas de zombis?
Si amigos, los estadounidenses son unos exagerados y todo lo que queráis, pero también han salido victoriosos de dos guerras mundiales, una guerra fría y seguramente varios contactos con los alienígenas de los que han preferido no ir tirándose el pisto por ahí. Hay que reconocerles que en lo referente a guerras y catástrofes saben más que nadie, como nos demuestra una rica filmografía documental que va desde Starship Troopers hasta Pánico en el Túnel pasando por Godzilla.
Así que si ellos se están preparando para el ataque zombi podemos hacer dos cosas: quedarnos sentados riéndonos de ellos por haberse creído su propio cuento mientras miramos por encima del hombro a ver si alguien intenta comernos el cerebro, o empezar a prepararnos para el apocalipsis zombi. Si los estadounidenses no han tenido que esperar a que hicieran la peli para leerse la Guía de Supervivencia Zombi, nosotros no podemos esperar a que los no-muertos nos pillen en bragas.
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