La Guerra de las Galaxias en Concierto

El fin de semana pasado mi cacho carne nos llevó a mí y a su novia a La Guerra de las Galaxias en Concierto, un espectáculo que combina el frikismo de creerse un Jedi y con el no menor frikismo de disfrutar con la música orquestal sinfónica.

¿Quién podría resistirse este cartel?

La verdad es que está muy bien pensado. El narrador, Anthony Daniels (el hombre dentro de C-3PO, único actor que participa en las seis películas de la saga), va contando la historia de La Guerra de las Galaxias de forma lineal: empezamos en el Episodio 1 y cómo Anakin se convierte en Darth Vader, y acabamos con el famoso “Luke, yo soy tu padre”. La narración sirve de pequeña introducción a los temas que la orquesta interpreta, y que se acompañan de imágenes de las películas (y del propio concierto, para que veas a los músicos de cerquita) en una pantalla gigante.

Cosas que me molaron

Por supuesto, la música me encanto. Pero eso no es una sorpresa, porque John Williams es el amo de la barraca en lo que a música orquestal contemporánea se refiere, así que muy malos tienen que ser el director de orquesta y los músicos para que yo no me lo pase como un enano. Pero hubo otros detalles que agradecí…

Todos sabemos ya que cuando se entra a un espectáculo deportivo te quitan las botellas de agua y esas cosas con las que puedes provocar lesiones a la gente. Como el concierto se celebraba en el Palacio de los Deportes aplicaron la misma política, pero dejando claro que los frikis somos gente de bien: no se podía entrar con una botella de plástico pero sí con un sable de luz… ¿dejarían a un ultra entrar a un partido de fútbol con un tubo fluorescente de metro y medio de largo?

Además, una gran parte del público llevaba camisetas frikis estupendas. Desde la de mi cacho carne (Darth Vader podando un seto con forma de la Estrella de la Muerte) hasta la camiseta más friki que he visto nunca (“Vectors vs. Bitmaps”) el desfile no tenía ningún desperdicio.

Centrándonos en el espectáculo, Anthony Daniels,  a.k.a. C-3PO, es un tío bastante salao. Y además habla un inglés perfectamente comprensible aunque no tengas ni papa. Eso siempre se agradece, porque así no tienes que estar pendiente de subtítulos ni te pierdes la historia…. Que sí, que ya te la sabes, pero nunca está de más repasar.

Y también disfruté como un loco con los juegos de luces, que estaban muy trabajados. Incluso con los focos blancos ultra potentes que de vez en cuando cegaban al público… y también con el momento en que los rayos verdes estuvieron a punto de provocarme un ataque epiléptico. No me importaba sufrir, porque cuando las cosas molas dan igual las consecuencias físicas (como dicen en Las Barranquillas).

Molonismo en luces verdes

Cosas que no me molaron tanto

El montaje de los vídeos dejaba bastante que desear. Si se cuenta la historia de forma lineal, habrá que montar los vídeos con la misma idea, y no coger escenas de las pelis según venga en gana. Y, en cualquier caso, teniendo más de 10 horas de metraje ya podían haberse ahorrado repetir imágenes, digo yo.

Pero mi mayor crítica va para el público. No para los frikis vestidos de Jedi, a quienes admiro y envidio por tener sables de luz en casa. Ni para los frikis obesos con perilla gritando eufóricos al sonar los primeros acordes de la Marcha Imperial. Va para todos aquellos que no saben diferenciar un concierto de heavy metal en la plaza de su pueblo con una orquesta sinfónica. No, no había que ponerse el chaqué, pero de ahí a estar comiendo palomitas de maíz y bebiendo minis de cerveza hay un trecho. Ojo, que para la organización también hay: esto no pasaría si no se vendiesen palomitas en estos conciertos y, sobre todo, si no hubiese una legión de gente paseándose por las gradas con mochilas de cerveza. Y esto hay que pararlo para no acabar dejando a la gente ir al concierto en calzoncillos y eructar en vez de aplaudir. Protejamos un poquito la cultura, por favor…

Volviendo a arremeter por el público, y aunque no defenderé yo a los perros ladrones de la SGAE, no le veo sentido a estar durante TODO el concierto grabando vídeo y haciendo fotos. En primer lugar porque entonces tú no lo disfrutas, que estás pendiente de la camarita. En segundo lugar, y muchísimo más importante, porque yo no lo disfruto porque los sonidos, lucecitas y flashes de tu camarita me están dando por saco. Y en tercer lugar porque a quien quiera que se lo vayas a enseñar no va a disfrutar dos horas de vídeo mal grabado o 250 fotos oscuras en las que, con suerte, se ve un fotograma de La Guerra de las Galaxias.

¿Qué si moló? Un huevo.

Comentarios

4 respuestas a «La Guerra de las Galaxias en Concierto»

  1. Qué envidia me das,qué ENVIDIAAAA 🙂 Yo viajé a Lisboa en esta semana santa y de casualidad lo vi anunciado,había sido un par de días antes.Si no,ya sabe mi cacho carne donde habríamos acabado XD

  2. Gracias a ambos por vuestro apoyo en cuanto al público.. me temía una legión de gente en mi contra.

  3. Mmm…
    Curioso…
    No tengo dudas de que lo disfrutaste como se merece…
    Aunque si quieres llevar a esa parte del público de la que hablas a la hoguera, yo pongo las cerillas…
    Ah! Y yo hace tiempo que dejé de hacer fotos y videos en los conciertos… No se vive ni la mitad cuando andas pendiente de esas cosas…

  4. Avatar de eduardoritoss
    eduardoritoss

    FRIKI.
    Yo he dejado de ir al cine por cosas como las que cuentas.
    A menos que la compañía lo justifique, claro.

    Por lo demás, seguro que ha estado brutal.

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