Formateando a saco (Vol.2)

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Al día siguiente puse todo a actualizar. Y una vez actualizado me di cuenta de que habría sido más lógico instalar primero el Service Pack 1 del Vista y así ahorrarme actualizaciones y, por tanto, espacio en el disco. Así que intenté desinstalarlas, preguntándome por qué si Windows había sido capaz de instalar 46 actualizaciones de una sola vez tenía yo que desinstalarlas de una en una. Y con el asombroso éxito de que desinstalar actualizaciones me iba haciendo perder espacio en el disco en vez de irlo ganarlo y al reiniciar el ordenador muchas de ellas volvían a estar ahí, instaladas. Con todo mi nivel de usuario avanzado, me cagué en Windows Vista y en todos sus predecesores.

Descargo, instalo, actualizo, elimino… me cago en todo.
Descargo, instalo, actualizo, elimino… me cago en todo.

Pero estaba claro que las cosas no iban a quedar así. Saqué todo mi arsenal de programas de limpiar el disco y los archivos temporales, me metí por todos los sitios de Windows donde podía haber algún rastro y traté de eliminar esos archivos que me estaban comiendo nada menos que 10GB. Y no lo conseguí. Veréis, yo puedo ser friki, puedo llevar un tiempo con Vista y conocerlo bastante (para un usuario medio), y creerme muy guay. Pero de vez en cuando Bill me llama por teléfono y me dice “¿Qué pasa chaval? Oye que yo soy superdotado y tú no”. Y me jode.

Esta vez la llamada de Bill vino en forma del “liberador de espacio en disco” del propio Windows Vista. Me dije a mí mismo que la herramienta de Windows instalada en Windows específicamente para lo que yo quería hacer debía ser la solución a mis problemas. Debería haberme mosqueado el hecho de que me prometiese liberar 680GB de mi disco de 160GB, pero pensé que sería la típica cagada de Bill como cuando dice que un archivo tardará en copiarse 20 horas y está en 20 minutos. Craso error, esta vez Bill me estaba avisando en serio.

Efectivamente, tras pasar el liberador había ganado unos 70GB. Poco, teniendo en cuenta los casi 700 prometidos. Mucho teniendo en cuenta la capacidad real del disco que estaba limpiando. Lo gracioso era la forma en que el liberador había conseguido semejante milagro: había mandado todo a la porra.Es decir, no quedaba casi ninguno de los programas que yo había re-instalado. Pero es que tampoco quedaba la tercera parte de los componentes de Windows. Literalmente, el propio Windows se había cortado las venas y sangraba como un cerdo en la fría madrugada de San Martín en Castilla León.

Equipo de informáticos formateando mi ordenador.
Equipo de informáticos formateando mi ordenador.

Antes de apagar con cierto cabreo y bastante frustración personal el ordenador le conté a Hugo por Messenger lo que estaba pasando para que tuviese a mano mis archivos si no los había borrado aún. Apagué el ordenador y me acordé de que tenía que mandar un e-mail con cierta urgencia. Lo encendí y me fui a lavar los dientes mientras se cargaba todo. Al volver del baño (lo que en esta casa significa cruzar una puerta) mi ordenador me miraba moribundo desde la mesa con los ojos encharcados en bytes. Él sólo había puesto en marcha el proceso de formateo y pedía que pulsase en aceptar para acabar con su agonía.

Así que al día siguiente Hugo y yo jugamos otra hora y media al Guitar Hero. Y a día de hoy he actualizado Windows en su correcto orden y re-instalado todos mis programas, de una forma tan eficaz que tengo 10GB de espacio que antes no tenía y esto va como una bala. Uso sólo programas de confianza a la hora de eliminar archivos temporales y limpiar el registro. Y me cago en los virus.

Qué bonito ser mamón y crear virus.
Qué bonito ser mamón y crear virus.

Tres días después de los cuatro formateos me encontré con un maldito virus en mi ordenador. Obviamente lo primero que pensé fue en el formateo, y en quemar el ordenador y la primera sede de Microsoft Europa que me encontrase por el camino. Pero la muñeca me dolía de tanto jugar al Guitar Hero, así que quise recuperar mi nivel de usuario avanzado y eliminar el virus de verdad, paso a paso.

El antivirus McAfee demostró lo que se dice de él en los círculos expertos: que es una mierda. Los anti-spywares no podían con él. Y gracias al cielo yo al día siguiente me iba a Suecia y por eso estaba hablando con Melonian, que me salvó la vida (una vez más). Gracias a sus consejos instalé el Security Task Manager y Melonian me fue describiendo algunos de los archivos que este programa me marcaba como ponzoña de la mala.

A partir de ahí la cosa quedaba en mis manos y en las de mi Doberman personal, el File Assasin. Y con ese programa capaz de eliminar lo ineliminable, el Task Manager, el Modo Seguro de Windows y un par de huevos a la hora de parar Servicios y Procesos del sistema operativo, conseguí eliminar el virus y todo su rastro.

Así que, amiguitos míos, no hagáis nada de lo que os he contado aquí sin la supervisión de alguien que marca la casilla de “usuario experto”.


Comentarios

4 respuestas a «Formateando a saco (Vol.2)»

  1. Hola!! ¿Cómo te va? ¿Te falta mucho para volver? Deja el piso bien limpito, por si ese me toca a mí ¿eh? Saludos!!! (Ya me queda menos, ya me queda menos…)

  2. @joako: arreglado, ni me di cuenta de la tontería, jajaja.

    @karol: pues por encima del 90% en nivel medio, pero ahora se ha ido Hugo y ya no hay Guitar Hero que valga. Migü, si lees esto insisto.

  3. Y como usuario de Guitar Hero como vas???

  4. hey dresde muchas gracias por el enlace, pero todavía está direccionado al fotolog y no al blog..

    por cierto el acto de graduación bastante bien, apareciste en varias fotos locas, aunque una pena que no estuvieseis por aquí todos los erasmus..

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