Maquinillas de afeitar: el arma desconocida

Una de las pocas cosas que diferencia al hombre de los demás machos del reino animal es que, en vez de esperarse a las épocas de cambiar el pelo, se afeita para gustarse más a sí mismo y para poner caras delante del espejo y jugar. Otra de las cosas que lo diferencian es la necesidad de fliparse con la mayor parte de las cosas que hace, y si juntamos ambas diferencias nos metemos de lleno en el asombroso mundo del I+D de las maquinillas de afeitar.

A ver, yo no tengo nada en contra del I+D en ningún campo, y en el del afeitado me la refanfinfla bastante. Probablemente porque los calcetines no nos tenemos que afeitar y no apreciamos los mangos ergonómicos, las espumas perfumantes o los aftershaves hidratantes masajísticos, pero el caso es que me la refanfinfla. Sin embargo, creo que en el tema específico de las maquinillas de afeitar el ser humano ha llegado al límite. Y lo ha rebasado y lo ha dejado con un apurado más allá de perfecto.


Afeita a Aznar

Si cuando digo que es un juego…

Al principio de los tiempos sólo estaba la navaja normal y corriente. Del tipo que Buñuel usa para afeitar a una señorita las pestañas en “El perro andaluz”. La verdad es que eso debe de dejarte bien apurado, pero tiene el problema de que es muy fácil que se te vaya la mano y te apures la cabeza entera del resto del cuerpo, con lo que ciertamente hacía falta invertir en I+D para salvar unas cuantas vidas.

Entonces nacieron las que todos conocemos como maquinillas de toda la vida, que pueden ser normales como las de Gillette o desechables como las de Bic. Y vale, nunca nadie entenderá como la misma empresa puede fabricar bolígrafos y cuchillas, pero ha sido siempre así. De esta forma te podías afeitar y cortarse, aunque no era imposible, no tenía como consecuencia directa la muerte del señor afeitado, lo que era una ventaja. Pero un buen día Gillette decidió cambiar el sentido de su existencia, e hizo de su departamento de I+D un laboratorio capaz de trabajar para el departamento de defensa de los Estados Unidos.

Al principio fue sólo añadir una cuchilla más al cabezal (de tener dos cuchillas pasó a tener tres), con lo que se aseguraba un apurado mayor. Hay quien cree que es una tontería, pero la teoría es que si pasas menos veces la maquinilla tu piel sufre menos el hecho real de que te estás pasando cuchillos por la cara, y eso cierto sentido sí que tiene. Pero al tío al mando del departamento de I+D de Gillette no le bastaba con tener tres cuchillas, tenía que alcanzar algo digno de un país que puede mandar misiles nucleares al otro lado del planeta con sólo pulsar un botón que, aunque ninguno lo hemos visto, todos sabemos que es rojo y tiene una cajita de plástico para evitar accidentes tontos.

El principio de los tiempos.
El principio de los tiempos.

El problema es que al invento de las tres cuchillas lo llamaron “Mach3”, y el equipo de desarrolladores de maquinillas se olvidó de que no trabajaban para el gobierno ni para el ejército. Eso, junto a la evolución de los juegos de la PlayStation, les hizo llegar a la conclusión de que tres cuchillas en un palo de plástico no les permitirían sobrevivir cuando se enfrentasen a los zombies resultantes del ataque atómico comunista y el futuro de la humanidad estuviese en sus manos.

Pero ¿cómo hacer un arma nueva, poderosa, destructiva y molona que colase como una maquinilla de afeitar? Y es en la solución a esta pregunta donde se produce la verdadera revolución y, probablemente, el momento del tiempo al que tenga que viajar Terminator para evitar que pase lo que pasó y acabemos dominados por Skynet: le pusieron un motor a la maquinilla de afeitar, y la llamaron “Mach3 Power”. Si, ya tenían algo mejor para salver el mundo de los zombies comunistas, un cuchillo triple a motor, pero ya se había estrenado Matrix… ¿y si los zombies acababan con el sol para acabar con la vida en la Tierra? Haría falta luz (preferentemente verde o roja y lo más siniestra posible) así que se la pusieron también a su maquinilla de afeitar (se decidieron por el verde), de forma que la siguiente versión no se conformó con tener motor y llamarse “Match3 Power”, sino que además tenía una luz verde y se llamaba “Mach3 Power Nitro”, convirtiéndose en la maquinilla oficial de los más macoquis y tuneadotes de cosas.

Insisto, de aqui a Skynet no hay nada.
Insisto, de aquí a Skynet no hay nada.

Hace un rato has leído por ahí arriba que la gracia de las maquinillas es que hacían que cortarse fuese difícil y poco grave. Ahora todo cambia, porque pasarse tres cuchillos motorizados por la cara me parece de lo más arriesgado que se puede hacer en esta vida, sobre todo si van acompañados de una siniestra luz verde.

A día de hoy, Gillette no ha destituido al psicópata que manda en su departamento de I+D. Y el resultado de no despedirle a tiempo es la “Gillette Fusion”, que obviamente tiene su versión Power con motor. Esta maquinilla va más allá de todo lo que se puede ir una maquinilla de afeitar hasta que Gillete vuelva a superarse yendo más allá: tiene cinco cuchillas. Acojonante ¿verdad? Pues espera: no contento con eso, el psicópata de Gillette le ha puesto una sexta cuchilla en el lado contrario del cabezal que, dejadme que lo subraye, ya tiene cinco. Está claro lo que pasaba por su cabeza: “¿crees que puedes evitar cortarte con las cinco cuchillas a motor? Veamos qué pasa si te pongo una cuchilla del lado de la mano, muhahahaha”. Eso sí, si te la compras y no te matas con ella, el día que vengan los zombies les escamochas sin problema gracias a las seis cuchillas motorizadas en la palma de tu mano.

Lo más gracioso de todo es que durante muchos años podías subir a la cabina del avión con las cosas para afeitarte en el baño. Menos mal que ahora no puedes subir ni la espuma, que no va en bote transparente.


Comentarios

5 respuestas a «Maquinillas de afeitar: el arma desconocida»

  1. Yo paso de motores, de fusiones, de luces y de movidas… las maquinillas azules de dos hojas de toda la vida y cuando estan un poco usadas pors a la basura y cojes otra… esas son las buenas de verdad, las que apuran bien (y ya veis ke yo siempre voy mu apuradito), eso si, consejos, ablandar con agua antes un poco la barana, dos pàsadas (primero de arriba a abajo y luego viveversa) y por ultimo un buebn after shave…soy un experto en el tema, jeje.
    A ser felices.
    * por cierto no has mencionado las cuchillas con el cabezal movil, mas peligro ke bien ladden en una peli de Matrix…

  2. Esta viene incorporada en la maquinilla…

  3. Pues a ambos os digo que no, no conozco el mercado de la depilación femenina. Quizá por desinterés, por desidia, por no depilarme o por no ser mujer, vaya usted a saber. El caso es que le acaban de mandar a mi madre por correo la Guillete Fusión, en plan promoción o que me leen y ya me consideran un medio. Insisto: cinco cortes en la yugular deben de resultar cuando menos peligrosos.

    @Karol: las maquinillas de tío también tienen cremitas, y medida la distancia entre cuchillas, la flexibilidad del cabezal, los ángulos de giro…

    @melonian: a veces queda muy claro que eres abstemio… ¿ginebra con cola?

  4. Estoy de acuerdo con Melonian, mucho hablar de las maquinillas de Gillete fusion con su vibración y su lucecita y miles de historias y veo que no has investigado un poco más dentro del grupo de las maquinillas en el sector femenino.

    Puesto que seguro te gustará ampliar tu información sobre ello, las mujeres tenemos las llamadas Gillete Venus desechables y la super Gillete Venus. Estas maquinillas no tienen 5 cuchillas ni vibración(mejor que no le pongan vibración, porque sino las puritanas estarían todo el dia utilizándolas en vez de comprarse un vibrador en condiciones), pero, sin embargo contienen una lámina de Aloe Vera y una parte para «poner más tersa» la piel a medida que se va pasando la maquinilla.

    Lo sé, todas las chicas que lean esto si es verdad que no queda como cuando te haces la cera, pero si no quieres llorar cada 15 días, es una forma fácil de depilarse y rápida las axilas, la linea del biquini y todo lo que te plazca, lo malo es que al cabo de utilizarla a menudo deja de tener Aloe Vera y las cuchillas se convierten en tu peor enemigo.

    De todas formas, a la hora de cortarse, siempre estará la patosilla que se le cae la cuchilla de las manos mientras te duchas y te haces una raja de aquí a Parla.

    Besitos

  5. jajajaja ahí está, lo suerreal aplicado a lo mundano (que es el esfincter planetario).

    Yo siempre he sido reacio a ponerle pilas a algo que sirve para segar el pelo facial. Me la trae floja que tenga 7 cuchillas, que vibre y te haga un masaje y que tenga lucecitas verdes. Además, que se llame Nitro no hace que me tranquilice.

    Yo también he tenido la sensación de que los de I+D de las empresas de maquinillas de afeitar perdieron el norte hace mucho tiempo. Pero no te creas, el sector femenino tiene un para de atrocidades diseñadas para hacer axilas y la linea del biquina que debería estar prohibido por el tratado de Ginebra con cola.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *