Vivir en un país lejos de tus amigos y de tu familia, y sin poder trabajar ni estudiar hasta que inmigración se lea todos los formularios que te ha hecho rellenar, supone tener una cantidad de tiempo libre en soledad más allá de lo imaginable. Tras seis meses y perspectivas de tener que estar otros seis meses esperando, muchos habrían caído ya en el alcohol, las drogas, el onanismo o alguna otra religión mayoritaria. Yo por suerte he esquivado todas esas tentaciones, aunque en parte es una cuestión logística: como no puedo trabajar no tengo dinero para mantenerlas más allá de un fin de semana.
Pero reconozco que por el bien de mi salud mental y la de la novia de mi cacho-carne sí he tenido que concederme caer en algunos vicios, que la carne es débil y si no uno enloquece. El único inconveniente es que cuando me aburro me entra el hambre, así que para mantener algunos de mis vicios tenemos que ir a comprar cosas en cantidades bíblicas al Costco (el equivalente de aquí al Makro). Aquí tenéis los cinco pilares del vicio mi vida como parásito social:
5) Galletas María. Mira que en Madrid me parecen algo bastante soso, pero cuando estoy viviendo fuera de España parece que me reconfortan su absurda simpleza y su sabor acartonado. Además resulta que en el súper venden las galletas María de Gullón, traídas directamente desde Aguilar de Campoo hasta el centro de Toronto, y salen más baratas no ya que las marcas blancas sino que la marca que directamente se llama “No Name”. Sólo les falta regalar un muñecajo como el de las Marbú y ya lloro.
4) Tomates Cherry. También valen los tomates grape y los tomates cocktail… básicamente cualquier forma de tomate en miniatura, porque lo que mola es metértelos enteros en la boca y que exploten al morderlos (ojo con no cerrar la boca antes de morder, que te pones perdido). Son además el snack más sano que te puedes echar a la cara, con la ventaja de que puedes comprarlo en cantidades grotescas con la excusa de que sirve para ensaladas, sandwiches, pinchitos y un sin fin de recetas. Y por lo que parece hay que comer varias toneladas para que te de cagalera, así que todo son ventajas.
3) Pistachos. Saberoso de que quizás estuviese exigiendo mucho de la humanidad, en un momento de debilidad Dios decidió crear los pistachos para dar a los hombres una auténtica razón por la que vivir. Algo por lo que aguantar las horas en el trabajo sabiendo que al llegar a casa puedes comerte unos pistachillos embobado delante de la tele, tomándote una cervecilla o hablando con tu media naranja. En las últimas visitas al Costco hemos tenido que cortar el suministro de pistachos porque se me estaba yendo de las manos, pero no pensamos en los daños colaterales sobre las nueces (te ponen en la cocina un bote gigante de nueces ya peladitas sabiendo que estás en casa todo el día… ¿qué vas a hacer?).
2) Mayonesa. No nos equivoquemos, que yo prefiero hacer mi propia mayonesa con aceite de oliva virgen del que rasca en la garganta, pero es que tener un bote de mayonesa industrial en la nevera sirve para todo: carnes, pescados, ensaladas, bocatas, mariscos, mojar pan, comerla a cucharadas… aún no he llegado al punto de meter la cabeza dentro del cubo (un tema pendiente con Hugo), pero cada vez tenemos que comprar botes más grandes. Que yo por mí compraría el bote pequeño, pero es que en el mejor de los casos sale el doble de caro… y no olvidemos que yo tengo que ahorrar.
1) Pita Chips. Objetivamente esto no es más que pan tostado (pan de pita posteriormente horneado hasta hacerlo supercrujiente), pero muy probablemente esto es lo que picotea Dios cuando se pone a ver la final de la Champions en la tele y nos tira a los humanos unos tristes pistachos para tenernos entretenidos. Por sí solas ya enganchan, pero si las usas para mojar (guacamole, salsa, hummus, baba ghanoush, crema de queso…) ya no vuelves a comprar otro tipo de patatuela en tu vida. Y al no ser más que pan son además bastante más sanas que cualquier otro snack a excepción de los tomates cherry.
He dejado fuera de concurso el pan, el queso y la cerveza porque no creo que se puedan considerar vicios sino más bien alimentos de primera necesidad, en la cantidad que sea. Además no son cosas que coma para matar el tiempo sino con absoluto interés. El chocolate y las gominolas en cambio no están en la lista porque tampoco son un vicio tonto sino drogas muy serias para cuando estás de bajón, porque te hacen feliz en cualquier momento y circunstancia.
Deja una respuesta