Hace mucho que ya hablé de las denuncias en contra de Pablo Soto, un frikillo que resulta ser el autor de aplicaciones como ManolitoP2P. Pues bien, ahora con todo el tema de que se está celebrando su juicio y con las leyes antipirateo de Sarkozy, creo que ha llegado el momento de hablar de un movimiento que va ganando fuerza: el código abierto y el freeware. Un mundo que Naomi Klein ni se imaginaba cuando escribió No Logo, lo que nos ahorró a sus lectores unas 250 páginas de chapa utópica.
Según la información que viene en este link, que por cierto mola un huevo el mapita, España es el segundo país del mundo en uso de programas de este tipo. No he conseguido encontrar quien va primer, pero tengo claro que si los programas de código abierto se pudiesen robar seríamos nosotros. Y es que el software de código abierto, que lo puedes usar sin pagar y encima (si sabes) modificarlo a tu antojo, no está nada de moda, la gente prefiere piratear que probar cosas de estas.
Es cierto que en muchos casos el software libre no le llega a la altura del zapato al de pago. Por ejemplo, hay que reconocer que no hace tanto instalar Linux y hacer que todo funcionase requería una licenciatura de teleco, o que el OpenOffice funciona muy bien y sirve para trabajar perfectamente pero no vale nada en el tema gráficos (que si el Microsoft Office 2007 hubiese llegado a tiempo George Lucas habría rodado La Venganza de los Sith en Powerpoint). Pero tenemos que ir aprovechando los resquicios que nos dan los frikis programadores para irnos ahorrando unos eurillos, que ya vendrá la SGAE a robarnos por otro lado.
El principal problema está en la desinformación y en el miedo que le tiene la gente a probar cosas nuevas. Si algo han conseguido las prácticas monopolistas de Billy (que no consisten en comprar todas las calles en las que cae y poner hoteles en cuanto puede) y la estrategia de marketing pijo-gafapasta de Stevie, es que nos de mucho miedo dejar los sistemas a los que estamos acostumbrados. Y no sé, pero si el ser humano es capaz de adaptarse a la vida en Al ‘Aziziyah lo mismo que en Nunavut o en la Selva Amazónica, pues no será tan difícil cambiarse de Windows a Mac, de Mac a Linux y del papel de váter de tres capas al de dos.
Ojo, que también es un problema del propio código abierto: cuando se va de gratis el tema marketing y estrategia comercial queda un poco perdido entre buenas intenciones y declaraciones chupis. Es lo que tiene no tener dinero. Basta con leer esta entrevista de El País a Richard Stallman, “el mesías que inventó el software libre y popularizó el término copyleft”, que sólo con ver la foto ya se ve que es un friki que te cagas para ver que mucho de marketing no saben. Si encima te lees lo que el educado periodista denomina “manías de estrella” de que no viaja sin colchón hinchable y da conferencias en calcetines, pues ya sabes que un ídolo de masas no va a ser. Ojo, y le estamos comparando con el fiestero de Billy.
Así que yo, que soy un calcetín concienciado con el código abierto y el freeware (que no son la misma cosa, pero para lo que es usarlos da igual), con poner la cultura al alcance de todos y con compartir sin robar ni aprovecharme de la gente, voy a intentar que todos os enteréis de algunas cosas que funcionan muy bien y muy gratis. Perderéis el subidón que da cuando consigues encontrar un serial que cuela, cuando el keygen funciona o cuando consigues aplicar un crack, pero seréis mejores personas.
Y, sobre todo, cualquier ayuntamiento, ministerio y colegio debería pasarse a este estilo de vida: en vez de gastarse el dinero en licencias podían pagar a unos informáticos para que se lo pusiesen todo en marcha y lo mantuviesen en forma. Así estaría siempre funcionando, siempre actualizado y siempre ahorrando costes. Pero vamos con los usuarios de a pie. Espero conveceros.
Linux: Sí, tengo el valor de recomendar algo que no uso, pero este sistema operativo es el abanderado del código abierto. A estas alturas parece que instalar Ubuntu y hacer que todo funcione no es muy complicado. Poco a poco el pingüino va ganando terreno, se va haciendo más sencillo y se va aprovechando de que Apple no se baja de la parra con el gafapastismo caro y de que Microsoft va y la caga con el Vista.
Open Office: La mayor parte de la gente tiene de sobra con este paquete de aplicaciones. Word, PowerPoint, Excel, Acces y un programa de dibujo, todos con otro nombre pero claramente basados en el paquete de Microsoft. Así que se usa prácticamente igual que el Office de toda la vida, que por cierto en sus últimas versiones incluye mil programas y complementos que casi nadie usa pero ocupan un huevo de espacio en el disco duro (porque la gente no sabe cómo evitar instalarlos). El único gran defecto que le veo al OpenOffice está en los gráficos, que parecen un poco de los ‘90.
Firefox: A día de hoy el rey indiscutible en cuanto a los navegadores que le hacen la competencia a Internet Explorer. No es sólo que sea gratis y funcione perfectamente, es que además hay miles de complementos que te permiten desde cambiar el color del navegador hasta descargar videos de Youtube. También puedes probar Opera, pero este a mí me perdió cuando en sus versiones gratuitas metía publicidad (si, es más rápido pero la publi, aparte de jorobar, lo ralentiza) y cuando descubrí que se instalaba por lo bajini al instalar la Suite de Adobe CS3. Esta misma gente tiene el gestor de correo Thunderbird y, aunque a mí no me van mucho estos programas, por sacarle los colores a Billy diré que es mejor que el archiconocido Outlook.
Skype: Nadie lo sabe, pero el Messenger no es único en su categoría. Skype es igualmente gratis y sirve para lo mismo. Además el Messenger incluye publicidad, cada versión nueva pesa más porque incluye más cosas que no vas a usar nunca e intenta volverte más loco con la mierda del Windows Live, que no te dejarán en paz hasta que no te tatúes las ventanitas en el pecho. El Skype funciona igual, con la ventaja de que su videoconferencia es cien millones de veces mejor y, si pagas, puedes llamar por teléfono con tarifa plana. El problema es que aquí no lo usa ni Perry.
VLC Media Player: Hace tiempo un amigo mío me dijo “he encontrado un reproductor que es de estos gratis y lee cualquier tipo de archivo de música o video. Yo creo que le meto una patata sin pelar en donde el CD y me saca una peli”. Se refería a esta maravilla de reproductor, que además lee perfectamente los archivos de subtítulos y no trae tonterías de bibliotecas y conexiones on line para ver la carátula del álbum, aunque me joroba que no he conseguido controlarlo con los botones del teclado. Ahora, también digo que la gente está que no caga con el Winamp. Y aprovecho, que siempre es buen momento para desearle la más horrenda de las muertes al iTunes.
Antivirus y firewall: Ojo, hablo de Windows, que Mac no gasta de esto y Linux no tengo ni idea. Sinceramente, a no ser que realmente tengas que preocuparte por la seguridad de tu ordenador, no merece en absoluto la pena pagar por estas cosas. Además, los antivirus de pago suelen pesar mucho más y ser más cansinos, y los gratuitos están dando cada vez mejores resultados en los test (busca en Google cualquier comparativa actualizada al momento en que leas esto). Como antivirus, el AVG es el más extendido, pero el AVIRA o el AVAST son mejores en cuanto a resultados -aunque la interfaz y traducción del AVG se agradecen, y bien compaginado con otros programas es suficiente.
Como firewall, yo me quedo con el Agnitum Outpost o, si eres muy friki, el Comodo, que creo que es mejor pero mucho más raruno e incomprensible (y ahora incluye también antivirus, por lo que puede ser bueno para completar al AVG). Pero si de verdad te interesa este tema, pásate por la web y el foro de infospyware, que te resolverá todas tus dudas de seguridad.
7-zip: Hasta hace no mucho, tu en Windows te bajabas del E-mule un programa para piratearlo y, como venía en un archivo comprimido, lo primero que había que hacer era piratear un descompresor (el WinRar, normalmente) para poder seguir ladroneando, lo que resultaba bastante incómodo. Pues bien, ahora ya hay un compresor/descompresor de archivos por la patilla que funciona perfectamente y te deja la moral tranquila: el 7-zip.
Revo Uninstaller: A mí me quema muchísimo que los programas dejen rastros cuando los desinstalo. Especialmente cuando esos rastros incluyen números de serie caducados y dan problemas cuando intentas reinstalar algún programa. Pero vamos, que el mejor ejemplo de cáncer de este tipo es el Norton Antivirus de Symantec, que mantuvo archivos en un ordenador hasta 3 años después de haberlo desinstalado y haber limpiado archivos viejos y temporales y demás. Así que lo mejor para evitar que al desinstalar un programa en Windows se te quede alguna porquería en el disco ocupando espacio y dando por saco. Si usas esto es como si te quitas una calcomanía con lejía: no queda nada. El equivalente en Mac es el AppCleaner, aunque me parece que no es tan potente.
CCleaner: Para mí, el mejor programa para mantener Windows limpio sin cargártelo por tocar donde no debes. Limpias los archivos temporales, los que se que se quedan por ahí que nadie sabe de dónde salen ni para qué sirven, optimizas el registro y puedes editar fácilmente la lista de programas de inicio, que es lo más útil a la hora de que el ordenador se cargue rápido… de nuevo es que odio que los programas deciden que son tan importantes que tienen que arrancar cuando se enciende el ordenador, porque prácticamente todos esos programas se cargan innecesariamente. Por todo lo cual me encanta el CCleaner y más me gustaría si se siguiese llamando “Crap Cleaner”, pero al dar el salto al gran público pensaron que quizá fuese mejor un nombre menos de colegueo friki. Una joya de programa.
Cliente FTP: ¿En serio alguien usa un cliente ftp de pago? Por si acaso: el SecureFTP funciona perfecto, aunque para Mac el Cyberduck es la bomba y su logo es un patito de goma lo que lo hace difícilmente superable; y para Windows he oído alabanzas del CoreFTP. El que odio a muerte es el Filezilla, porque su interfaz es insufrible.
Koyote Free Video Converter:Ahora ya nos metemos con programas más para frikis. El primero es este conversor de formatos de vido. Con este programita puedes cambiar el formato de cualquier video a cualquier otro, editando además la calidad y el tamaño para que pese menos. Esto es MUY útil para trabajar con video, pero también para cosas más sencillas como subirlos a Youtube o a Facebook sin que tarden años, o para meterlos en el MP4. Ojalá tuviese una versión para Mac.
CMS (sistemas de gestión de contenido, del inglés Content Management System): Si estás metido en el tema de hacer Webs y quieres dar un saltito más allá de hacerlas en XHTML/CSS, necesitas uno de estos. Así controlas fácilmente registro de usuarios, tipos de contenido… vamos, que mola más todo. Seguro que los de pago son buenísimos y además quien te lo venda te lo dará preparado para lo que tú necesitas, pero hay que pagarlo. En cambio, tienes Drupal, WordPress y Joomla para hacerlo por la patilla. Si lo que quieres es hacer un blog o una Web sencilla, el mejor es WordPress. Entre Joomla y Drupal, yo me decanté por Drupal tras leer mucho porque se supone que tiene mucho más potencial, aunque su comunidad en español se queda un poco corta y vas a necesitar el inglés sí o sí.
Y bueno, creo que esto es un buen paso para ir empezando: sistema operativo, paquete de aplicaciones tipo Office, navegador de Internet, gestor de correo electrónico, antivirus, firewall, compresor de archivos, reproductor, messenger, aplicaciones para mantener Windows en forma y programitas para gente más friki. Espero que esto haga que os intereséis más por estos programas y por todo el rollo del software libre.
Deja una respuesta