Gracias a mis contactos internacionales, tengo la posibilidad de conocer películas molonas antes de que lleguen a España, o incluso antes de que lleguen a Europa. Eso es lo que pasó con Juno, una peli estadounidense-canadiense hecha con muy poco presupuesto y que no llamó la atención de nadie hasta que llegaron los Oscars. Y en una de esas veces que la gente que da los Oscars demuestra que sabe de cine y no siempre se basa en intereses de imagen, políticos o comerciales, Juno triunfó y la mayor parte de las salas que ya la habían retirado al otro lado del océano volvieron a sacarla a relucir.
En mi opinión, Juno es un peliculón. La historia es sencilla: una chica se queda embarazada a los 16 y tiene que lidiar con eso, porque en el último momento decide que no quiere abortar, sino que prefiere encontrar la familia adecuada a la que dar el niño y hacer feliz a todo el mundo.
Durante los nueve meses que dura el embarazo, a Juno (que es como se llama la chica) le van pasando mil cosas a través de las cuales va creciendo y comprendiendo mejor el mundo de los adultos, del que de repente forma parte. Y lo bueno es que aunque a veces pasan cosas chungas, el sentido del humor que inunda toda la peli es genial, basado en unos personajes y unos diálogos muy trabajados (cuando no hay dinero, la imaginación funciona mucho mejor).
Y para remate, la banda sonora. Perfecta. Normalmente prefiero las bandas sonoras compuestas en vez de las selecciones de canciones, pero en este caso la selección de canciones está tan sumamente currada que da gusto oírla una y otra vez; aparte de que pega perfectamente con la atmosfera de la película.
Una de esas pelis que nadie debería perderse.
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