En una de las primeras entradas de este blog me quejé amargamente de la falta de una primavera en condiciones (en Madrid en 2007 pasamos directamente del invierno al verano), y por tanto de todo el tema del cambio climático que, por narices, debía tener algo que ver. Pues hace no mucho me decidí a ver el documental “Una verdad Inconveniente”, de Al Gore. Sí, ese tipo que, como él mismo dice, solía ser el futuro presidente de Estados Unidos y al que acaban de dar el Nobel de la Paz por su trabajo para salvar el planeta.
Para quien no lo sepa, Al Gore lleva muchos años dando conferencias y trabajando para frenar el calentamiento global, con la base científica de su paso por la universidad y el poder político que ha tenido pero que, dado el país en el que le ha tocado jugar, le ha servido de bien poquito. Pues bien, el documental recoge una de esas conferencias en las que nuestro colega Al explica de una forma muy sencilla y clara, pero a la vez muy acojonante, de qué va el cambio climático, cuales son las pruebas científicas de que se está produciendo y porqué no le estamos prestando la atención que deberíamos. Sobre todo se mete con los escépticos y los que pasan del tema.
De esta conferencia te quedas con la idea de que en el último siglo estamos yendo demasiado deprisa y que el planeta no lo está llevando bien, te explica la relación entre ciertas catástrofes naturales y el cambio climático provocado por el exceso de CO2, y pone como ejemplo algo tan chungo como el huracán Katrina en New Orleans (y casi no se mete con la gestión del Gobierno estadounidense al hacerlo, lo que le honra porque podía cebarse). Hasta tal punto lo hace bien que yo me odio por haber comprado un congelador que contamina. Sé que lo necesitábamos, sé que era el más barato de la tienda y que el Gobierno holandés nos hizo pagar una tasa por cabrones contaminantes, pero tras ver a Al todo cambia.
La verdad es que Al es muy bueno con la conferencia, poniéndose serio cuando debe y haciendo unos chistes simpáticos sin ser cansino o forzado. Y sobre todo utiliza una pantalla de cine y proyecta un vídeo de Futurama, con lo que ya merecería la pena ir a escucharle. El problemilla es que, mezclado con la conferencia y para darle vidilla como película, Al cuenta cosas sobre su vida y su carrera política; y esa parte se hace cansina, con muchos planos preparados tipo “mira como Al trabaja en el ordenador y habla por teléfono para salvar el mundo”. Para mi gusto sin esa parte la peli sería más fácil de ver y gustaría más.
Pero la mejor parte es un regalo a todos los que dicen “pues me he tragado la conferencia y me he quedado acojonado, pero no sé qué puedo hacer yo”. Pues al final enseña un gráfico de lo que podíamos conseguir si todos ponemos un granito de arena (que es mucho), y durante los títulos de crédito van apareciendo consejos fáciles, individuales, sencillos e incluso tontos. Igual que salí de ver “The Matrix” deseando moverme en bullet-time, después de ver “Una verdad Inconveniente” estoy superconcienciado con salvar el planeta, así que empiezo por el último de esos consejos: recomienda a todo el mundo esta película.
P.D. Casualidades de la vida. Noticia del mismo día que escribí esta entrada.
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