Sí, en mi oponión Avatar es una película normalita. El guión presenta una historia que no es original y tampoco le da una nueva vuelta de tuerca. Los diálogos no son espectaculares, no hay ningún personaje para el recuerdo y la música es muy flojita para una super-producción de este nivel. Falla incluso el discuro militar de Jake Sully, que si William Wallace se pinta de azul los Na’vi acaban la peli dominando la galaxia. Y sin embargo creo que es una película que va a pasar a la historia, y para bien, porque es imprescindible ir a verla y descubrir lo que es el cine en 3D del futuro.
Como he dicho, la historia no es nueva ni mucho menos, sino que ya la echaban cuando el cine se llamaba “sombras chinescas en una pared de la cueva”. Imagino que todos hemos visto el guión de Pocahontas corregido que rula por Facebook y por los e-mails, y hace tiempo que todos vimos Bailando con Lobos. La única diferencia es que esta vez la historia está hecha para un público friki, porque si algo hay que reconocerle a James Cameron es que sabe dónde está el dinero y esta era la forma de batir su propio récord, el de Titanic.
Pero al público friki no le vale con que Pocahontas esté buena o, en su defecto, sea un alien azul. Lo que James ha hecho es contar una historia de toda la vida como nunca nadie lo había echo antes: en 3D y gastándose todo lo necesario en conseguir una película visualmente perfecta. Y es por esto por lo que se hace imprescindible ir a ver Avatar, consciente de que uno va a disfrutar de un espectáculo visual increíble y no de una película interesante. Como dice el grandísimo director español Juanjo Ramirez en su blog, parece más una película dirigida a los niños, que se quedan (nos quedamos) embobados con la espectacularidad de la peli, el 3D y los colores brillantes.
Todo esto me hace pensar que quizá lo flojo del guión y lo reiterativo de la historia no sea un defecto, ni algo en lo que James no pensó. Porque si la trama del guión requiriese prestarle alguna atención no podrías quedarte embobado mirando una medusilla que flota en una esquina de la pantalla, o juguetear a abrir y cerrar un ojo para ver qué pasa con el 3D, o simplemente flipar con los pilotos de las naves que tienen en frente los paneles de control tipo Minority Report. Tendrías que estar atento a lo que dice la gente o tener que leerte los subtítulos, y entonces la peli no tendría sentido.
Y es que ese es un tema del que estuvimos hablando al salir del cine. Ya no tiene mucho sentido pagar 8 euros para ver una peli en 2D si por 9,50 (sí, pequeños, viva el descuento a gente que ha conservado su carnet de universitario) puedes verla en 3D que es la leche. Pero al mismo tiempo, una peli de Garci en 3D no deja de ser un muermazo con profundidad y volumen, así que parece claro que hay que saber escoger qué pelis ir a ver en un cine 3D y esperar a cosas como Avatar, hechas por y para aprovecharlo.
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