Aprovechando el nivel de inglés que supuestamente ha dejado el Erasmus en Holanda (estos días hace justo un año que empezó la locura) mi cacho-carne decidió que era el momento idóneo para sacarse algún título de idioma que poner en su curriculum, no fuese a ser que en el futuro le diese por irse a estudiar o trabajar, pongamos por ejemplo meramente hipotético, a Canadá. Así que el mes pasado se lo dijo a su madre, a la que la idea le pareció muy bien e, ipsofactamente, reprodujo una de sus coletillas: llévate a tu hermano contigo.
El caso es que mi cacho-carne y su hermano se registraron para hacer el famoso TOEFL-ibt. Para empezar, registrarse no es fácil, ya que hay que rellenar unos doscientos formularios que van desde tu nombre a porqué quieres hacer el famoso TOEFL-ibt y qué estudias y dónde te quieres ir y cómo se llama tu abuela y en qué países estuvo y cómo es que ella no hizo el famoso TOEFL-ibt. Luego llega el tema de dar una contraseña, cuyos requisitos sólo son superados por los de las contraseñas de a)entrar en el área 51 al quirófano en el que está teniendo lugar una autopsia alienígena y b)el DNI electrónico español.
Una vez registrado, empiezas a prepararte (o no, para qué mentir e ir de responsables) para el test. Para prepararlo, en la página del famoso TOEFL-ibt (y los demás TOEFL), te puedes descargar gratis un programa para hacer un examen de prueba; una vez que te registras (pagas, vamos) puedes hacer en línea otro examen, también gratis; y pagando puedes hacer doscientos millones de prácticas con libros, CD’s, DVD’s, lapice’s, papele’s y lo que te venga en gana.
Prepararse para el TOEFL
Pero vamos a describir más a fondo estas prácticas gratuitas. Dada la duración real del TOEFL, el día que te encuentras con que sí tienes 4 horas para hacer tu examen de prueba te plantas delante del ordenador y empiezas con el test. Lo primero: el programa y el interfaz son exactamente iguales que en el test oficial. Eso es bueno, porque así te acostumbras a las letras, fotos absurdas, coloritos, más fotos absurdas, botones que pulsar, botones que no pulsar… etc. También te acostumbras a la voz monótona y aburridísima que te lee las instrucciones de cada parte del test, y que, al igual que en la prueba oficial, no hay forma humana, divina o informática de saltarse.
¿Y qué hay de las preguntas en sí en estas pruebas gratuitas? Pues vamos por secciones:
Reading: Los textos son bien fáciles y las preguntas bastante absurdas. Muchas de ellas puedes contestarlas sin leerte el texto. Además, y al igual que en el test de verdad, cada pregunta te subraya el párrafo en el que está la respuesta, así que no es nada complicado. Te sobra la mayor parte del tiempo.
Listening: Pues también la mar de sencillo. Unas pruebas son diálogos absurdos (normalmente entre un profesor y una alumna, pero ambos vestidos y hablando de cosas como el club de comida sana del instituto) y otras son lecturas tipo clase de universidad. Nadie tiene acentos raros ni dice nada especialmente difícil. Mi cacho-carne hizo uno de estos mientras hablaba con dos personas por el Messenger y escribía una memoria del Erasmus para la Universidad, y sacó el 90%.
Speaking and Writing: empieza lo gracioso. Los exámenes estos de mentirijillas que te dejan hacer NO tienen speaking ni writing. Es decir, las preguntas sí son realistas, pero las respuestas te las dan hechas con ejemplos de lo que estaría bien contestado y lo que estaría mal contestado. Es el tipo de gracia que se completa con el hecho de no darte la nota, y no saber si eres un cenutrio. Al menos escuchar las respuestas de baja puntuación del speaking te sube mucho la moral, a no ser que (como debía pasarle a quien las grabó) tengas metida una chancleta en la boca y esté pasando por tu habitación el equipo de natación sincronizada de Suecia (siempre Suecia).
El día del TOEFL
Normas del examen: dejemos claro que los tíos estos del TOEFL son anglosajones, nacidos en USA y con sede europea en Holanda. Por tanto, son sumamente esquizofrénicos con el tema de que hagas trampas, y tienen un listado de normas absurdas: confirmar tu identidad; hacerte una foto con una Webcam; obligarte a dejar todos tus objetos personales (llaves, cartera, móvil, pañuelos…) en el suelo, no vayan a ser nativos ingleses y te chiven las respuestas; encima de la mesa sólo sus papeles oficiales y sus lápices oficiales; los lápices tienen que ser H2 y los papeles ser tres; si necesitas más papel (todo se hace por ordenador, y son para tomar notas de los diálogos y demás) te lo dan, pero nunca puede haber en tu mesa más de tres papeles;sólo puedes usar los papeles para el examen, nada de dibujitos; si necesitas sonarte los mocarros pide un pañuelo al profesor; y no se te ocurra moverte de tu sitio. Obviamente saltarte cualquiera de estas normas NO hace que suspendas, hace que se te abra un expediente y se lleve a cabo una investigación… ya ahondaré en el tema en otro artículo sobre el Erasmus.
Y bueno, ya sólo nos queda hablar del famoso TOEFL-ibt real, en el que te juegas la champions. Resulta ser más largo y más denso que las pruebas que has hecho: los textos más complicados, los diálogos más largos y complejos. Es decir, en realidad el test tampoco es algo difícil en extremo, pero si esperabas que fuesen textos de El Barco de Vapor colección blanca te vas a encontrar que es rojo oscuro. En el que le tocó a mi cacho-carne, sabiendo ciencias todo habría sido mucho más fácil. Pero en realidad lo que hay que hacer es tomárselo con calma, y saber cuáles son tus puntos fuertes y dónde puedes levantar la cosa.
Lo malo es que mi cacho-carne se lo olía. Porque mi cacho-carne y yo conocemos a los holandeses, los anglosajones y sus sistemas educativos la mar de lucrativos. El test de prueba que te puedes descargar sin registrarte ni nada tiene que ser fácil, para que digas “jodo, qué fácil, voy a registrarme –pagar– para hacerlo que seguro que me lo saco”. El que te puedes hacer según te registras es algo más difícil (no mucho) para que vayas, suspendas y lo hagas –pagues– otra vez, y la segunda vez te compres todo el material y test de prácticas. En definitiva: es un negocio, a ellos se la pela la nota que saques y lo que les importa es cuántos libritos les compres. Eso sí, si lo haces bien tienes una especie de título MUY válido en todo el mundo.
Así que si por algún casual te vas a presentar a este famoso examen de inglés, ya sabes por dónde van los tiros. Siento no poner más datos de las preguntas, pero firmamos siquicientos papeles de que nunca jamás de los jamases por más que nos torturen o compren desvelaremos las preguntas bajo amenaza de… que nos abran un expediente y su consiguiente investigación. Suerte.
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