Si me conocéis y habéis visto la noticia de que la Comunidad de Madrid va a adaptar los carteles del transporte público para daltónicos, habéis pensado en mí seguro porque poca gente hay que me conozca y no sepa que soy daltónico. Para quienes leen este blog sin conocerme en persona (gracias, os quiero un montón): sé que es una pena que os enteréis así, por escrito, robándoos la oportunidad de señalar lo primero que se os ocurra y preguntarme «¿de qué color es eso?», que yo diga «azul» y que podáis hacer la broma de «no, no, es rojo, jajajajaja»…. pero es lo que hay. Prometo contestar a los chistes en los comentarios.
La idea es que tenemos un montón de señalizaciones basadas en el color, y eso, si no ves los colores, es un problema. Una de las preguntas típicas que me hace la gente es la de los semáforos, que yo los veo bien pero además como el rojo siempre es la luz de arriba del todo pues incluso sin ver los colores te puedes apañar perfectamente. Un ejemplo más complicado, y que explica mejor por qué estamos hablando esta idea del ColorADD, son los carteles de las líneas del metro que puede ser de cualquier color y aparecer en cualquier parte sin referencias a los otros colores.
Vamos, que como daltónico y fan del Metro de Madrid, esta noticia me llega directa al corazón.
Ser fan del Metro es fácil. Cada vez que vamos a Madrid vuelvo con un montón de fotos para enseñarle a los torontonianos, la capital financiera de la décima potencia económica mundial, que tienen el transporte público equivalente al que cogía mi abuela en Madrid cuando era jóven. Se quedan ojipláticos con la modernidad de los trenes, pero también con cosas como que la luz funcione, que haya cargadores USB en andenes y trenes, o con que llevemos años con cobertura para el móvil bajo tierra. Ya lo de tener más de cuatro líneas y frecuencia cada dos minutos hace que les explote la cabeza (pero no les hace votar por políticos que apuesten por el transporte público, ojo). Pues con todo eso, reconozco que me parece que con esta idea de reinventar la rueda colorística estamos patinando.
Lo primero de todo: soy daltónico y nunca jamás en la vida he acabado en el tren equivocado por confundir los colores. Obviamente no puedo hablar en nombre de todos los daltónicos porque cada persona es un mundo y hay diferentes tipos de daltonismo. Pero sí puedo decir que se calcula que afecta al 8% de hombres y 0.5% de mujeres, y dentro de esos porcentajes estamos los daltónicos a los que no nos da problemas para vivir y los que han llegado a los cuarenta años sin ni siquiera darse cuenta (¡hola, papá!). Es decir, creo que esta idea quiere resolver un problema que no existe.
«Pero salao, no puedes ir por ahí diciendo que si el 5% de la gente que coge el Metro tiene dificultades por los colores que no hay un problema porque a ti no te afecta…». Vale, voy a decirlo de otra manera: esta idea quiere resolver un problema relativamente pequeño que además ya está resuelto. Porque las líneas del Metro de Madrid se identifican con colores, sí, pero también tienen ya símbolos asociados. Unos símbolos diseñados hace siglos, que se pueden traducir a otros idiomas fácilmente (facilitando las cosas para los turistas), y que reconocemos todos desde pequeños: los números árabes. Puede que haya gente que diga que coge «la línea amarilla», pero si les dices que no sabes cuál es el color amarillo te van a contestar «ah, cojo la 3», y nadie va a tener problema porque los carteles y los mapas y los anuncios por megafonía usan el número tres por todas partes.
Además, los números árabes son de libre uso, pero los símbolos del ColorADD vienen con copyright. Sí, según nos cuenta la Wikipedia (el anuncio de la CAM sólo dice que ha llegado «a un acuerdo»), además del dinero que cueste poner los iconitos en todas partes hay que pagar licencia para usarlos. Lo mismo es que el Consorcio Regional de Transportes no se a leído la página de la Wikipedia entera, porque destaca también que este sistema es muchas veces innecesario porque hay opciones mejores, poniendo este ejemplo precisamente:
Por ejemplo, los colores asignados a las líneas en un mapa de transporte son arbitrarios. Además de un color, a menudo se les asigna una letra o un número. En lugar de repetir los símbolos ColorADD, sería preferible repetir la letra o el número en todo el mapa o elegir una paleta apta para daltónicos.
Ojo, que la propia web del ColorADD pone lo del transporte público como un ejemplo, pero viendo las fotos que han usado de verdad que son ganas de complicarse la vida teniendo los numberos ahí al alcance de la mano. Me parecen mucho mejores los ejemplos que ponen de la bandera de las playas o incluso de las cartas del UNO, y si tuviesen uno de los juegos del Tetris de juntar tres cuadrados del mismo color ahí sí que no tengo nada que objetar porque yo he llegado a pensar que había un bug en el juego porque no me contaba los puntos al juntar cuadrados verdes y amarillos.
Volviendo a Madrid, de momento esto es un proyecto piloto que van a montar sólo en la estación de Moncloa, y luego «una vez demostrada su utilidad» ya montarlo en todas partes. Lo que no explica el anuncio es cómo van a demostrar esa utilidad…. ¿tienen un registro de daltónicos que cogen el metro y nos van a mandar encuestas? ¿Van a ver quién tiene cara de perdido por la estación y preguntarle si los simbolitos le ayudan más que los colores? ¿O van a pasear por los andenes a ver si oyen a la gente decir que hacen transbordo «de la linea triángulo arriba a la derecha a la línea barra triángulo» en vez de decir que van «de la dos a la cinco»?
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