De vez en cuando me entran neuras consumistas en las que decido que realmente necesito algo con toda mi necesidad. Afortunadamente, he descubierto que el ser friki me ayuda a superar estos ataques de capitalismo avaricioso. Cuando me da uno de estos días, me pongo a buscar por Internet hasta encontrar la versión más guachi de lo que quiero, y normalmente me decepciono con lo que hay o me parece muy caro o sigo buscando durante tanto tiempo que se me acaba pasando. Y eso que me ahorro.
Hace unos meses, aún en La Haya, mi querido despertador con luces de colores perdió su función principal. Y por más que me mole tener un cubo blanco que de repente se vuelve azul, rojo o verde, reconozco que lo que más valoro en un despertador es su capacidad para dar la hora. Así que desde entonces he estado usando la alarma del móvil, que si bien no es nada molón al menos tiene musiquitas, puedes ver la hora en mitad de la oscura noche y no tiene cables.
Así que hace unos días me dio la neura de hacerme con un despertador del nivel de molonería de, al menos, el que ya tenía. Gracias a Google y a búsquedas como “despertadores molones”, “reloj despertador divertido” y cosas por el estilo he encontrado cosas la mar de majas. Poe ejemplo, un reloj despertador que no necesita pilas ni enchufes ni ná, porque funciona con agüita y sal. Esta joya sólo cuesta dieciséis dólares, tiene un diseño molón y si no lo tengo todavía es porque yo necesito algo en donde pueda ver la hora en mitad de la noche. Si este reloj despertador tuviese algún tipo de luminosidad yo hoy sería feliz.
Pero no. El destino quiso juntar esa falta de bombillas junto con mi compañero de casa, que buscó en Internet “cool alarm clocks” demostrando que es anglófono y que el mundo friki habla mayoritariamente inglés. Entre docenas de cosas chulísimas, encontró mi maná del cielo en forma de despertador de Space Invaders. Ved este vídeo para entenderlo:
Y este calvo que se había convertido en mi superhéroe destruye su propia imagen al decir que no cree que merezca la pena pagar treinta dólares por algo así. Pero que le den por saco, al segundo siguiente estábamos buscando por Amazon, Ebay y todo Internet dónde comprar el despertador más maravilloso del mundo. Un despertador con el que un día podrías decirles a tus hijos que tienen que irse a dormir no porque tengan que levantarse temprano, no para que vengan el Ratoncito Pérez o Los Reyes Magos, sino para poder despertarse de la forma más molona que hay sobre la faz de la Tierra. Un despertador que es la prueba de que Dios existe.
Pero la vida no es fácil, y la prueba de que además de existir Dios es un cabroncete es que el despertador de Space Invaders cueste 80 dólares más gastos de envío. Sólo un ser todopoderosamente cruel es capaz de crear algo tan genial, hacer que aparezca en YouTube y luego dejarte descubrir que es tan irracionalmente caro. (Mensaje subliminal: a toda esa gente que nunca me regala nada por mi cumpleaños, sería una grandísima ocasión para poneros de acuerdo).
Así que la única opción que me queda es esta encuesta que veis en la columna derecha: recolectar fondos con el único fin de hacerme feliz. Convencer a todos mis contactos de que pongan un mísero euro de su bolsillo para que yo pueda hacer realidad mi sueño… de despertarme.
PD: si esto funciona, prometo por todo lo que haga falta que lo siguiente es apadrinar un niño. Y va totalmente en serio, porque si entre todos podemos hacer algo tan estúpido imagináos si nos lo tomamos en serio.
PD2: Editoe sta entrada meses después, para explicar que quité la encuesta y que sólo conseguí que tres personas apoyasen mi recolecta.
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