Hace mogollón tuve mi primera experiencia cósmica con Tenacious D (si alguien más ha cogido el juego de palabras con «cómica» que me llame, para no sentirme sólo). Fue en este artículo de meloncorp, esa página que tanto ha hecho por mi educación y formación como persona apta para comer cosas azules, jugar de forma paranoica al Pacman y reírme a carcajadas cada vez que Melonian saca tiempo para escribir algo. Y en esa primera experiencia me reí tanto con los vídeos y las letras de las canciones de la banda de Jack Black que desde entonces he visto el video de Tribute unos gigacientos millones de veces.
Además, también me he visto los seis episodios de su propia serie que fueron capaces de hacer antes de que la productora de turno se diera cuenta de que era algo friki y molón, lo que pone en riesgo el actual estado del mundo. Así pasó con Futurama, Padre de Familia y Tenacious D, y es que saben que algún día los frikis dominaremos el mundo y les daremos pa’l pelo con espadas láser, habilidades como las de Heroes y nubes amarillas que vuelan. Tíos, vamos a darles mucho pa’l pelo.
El caso es que Tenacious D tuvo la maravillosa idea, el gran valor y la cantidad de pasta necesaria como para hacer su propia peli: The Pick of Destiny. Y es una película que sorprende por su impecable producción, que hace que no te sientas como un auténtico friki disfrutando de las coñas, el guión repleto de guiños a sus propias canciones y la deliciosa banda sonora totalmente compuesta por Jack Black y Kyle Grass (Tenacious D al completo, vamos). La peli cuenta la historia de cómo se forma el grupo. No la historia real, porque ya sería mucha casualidad que realmente les pasasen cosas como tener que encontrar la púa hecha con el colmillo del Demonio que han usado todos los grandes rockeros de la historia y que resulta ser la clave del éxito.
El único problema que tiene todo lo que envuelve a Tenacious D es la barrera idiomática. Hay que verlo y escucharlo en inglés como buenos culturetas que somos los frikis, pero el inglés de la serie y la película es bien chungo. Dejémoslo en que su vocabulario difiere bastante de lo que puedes aprender viendo a Muzzy o escuchando a los Beatles, y que hablan a toda leche y que no se paran a pensar en la pronunciación. Pero merece tanto la pena que yo no puedo dejar de recomendarlo. Además, siempre es bueno aprender a blasfemar en cualquier idioma.
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